Sabemos que desde que salió de rehabilitación, los medios no dejan de seguirla por todos lados. Sabemos también que la prensa suele exceder un poco su acoso al momento de buscar la toma perfecta, eso nadie lo discute. Pero al ver un guardia de seguridad de Britney Spears amenazando con un arma a un paparazzi, a puertas de una iglesia, no podemos evitar pensar que las cosas empiezan a salirse de control.
Todo sucedió cuando Britney salía del servicio Prebiteriano. Ella se subió a su auto y los paparazzi hicieron lo mismo, con el fin de seguirla (su trabajo habitual). Uno de esos fotógrafos, pasó cerca del oficial retirado y ahora seguridad, cuando de pronto le apuntaban con un arma y gritaban: “¡Salga del auto! ¡Bájese!” Desde luego, el aterrorizado hombre se bajó del auto, fue esposado y ordenado sentarse a un lado de la acera.
Un testigo (no de la prensa) afirmó: “Cuando Britney dejó la iglesia, la policía retuvo a los fotógrafos. Uno de ellos que logró pasar, fue detenido. Lo hicieron bajar, apuntándolo con un arma, mientras él decía: “Que he hecho”, a lo que el guardia respondió: “Trató de arrollar a un oficial de tránsito” y el paparazzi respondía: “No, no lo hice”.”
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