Dicen que las bodas, ponen muy nerviosas a las novias, pero fue un secreto a voces que Tom Cruise le puso un ultimátum a la suya para que bajara todo el sobrepeso de embarazo antes de cualquier ceremonia.

Lo que al parecer no sabíamos es que a lo mejor Cruise se tomó tan en serio el papel de motivador dietético para su querida Katie, que no encontró mejor forma de ayudar que comiéndose todo lo que tentara a su novia.

Una de las últimas imágenes tomadas antes de arribar a Italia, no nos deja mentir. Como verán, todo hace pensar que el pobre diseñador Giorgio Armani, tendrá trabajito extra al aumentar a último momento unos centímetros al traje de Cruise.

Sin embargo, puede ser que Holmes ya haya puesto manos a la obra con los consejos de su amiga Victoria Beckham, porque de seguir con ese ritmo le espera un papelón en el altar.

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