Es una lástima que existan personas así, que renieguen de sus orígenes y sobretodo el ser orgullosamente latinos. Resulta que Jessica Alba rechaza sus raíces paternas y cuentan que prefiere que la llamen cualquier cosa menos latina. En una entrevista para Grand Wizard ella comentó: “Tengo primos a montón. Los mexicanos sólo riegan por allí su semilla y las mujeres sólo la andan botando por allí”. (¡Cómo! ¿Dijo “la andan botando”?)

Aquí hay otra cita: “Mi abuelo… trata de olvidarse de sus raíces mejicanas, porque nunca ha querido que sus hijos se sientan diferentes en Estados Unidos. Él y mi abuela nunca le hablaron español a sus hijos y ahora como tercera generación norteamericana, siento que finalmente he cortado ese vínculo”.

Entenderán el escándalo se ha desatado en todo medio norteamericano que publicó la nota y actualmente califican a la actriz como una extraviada total. Y la verdad, no podríamos estar más de acuerdo. Entendemos que las personas deseen se aceptadas por lo que son y no por su raza, pero de allí a sentirse orgullosos de pertenecer a una generación que finalmente se deshizo del “vínculo Mexicano” (o sea latino) es realmente enfermizo.

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