Todo empezó muy tranquilo mientras “la chica dorada”, Paulina Rubio, llegaba en un elegante auto oscuro y al parecer muy bien arreglada.

Sin embargo, no tardó mucho en perder la elegancia de la noche al bajar del auto mostrando más de lo solicitado. ¡Démos gracias a la providencia que las latinas suelen usar ropa interior!

Sabemos que nuestro cuestionamiento va a resultar algo repetido, pero no podemos callar ¿Acaso las mujeres de hoy no saben bajar de un auto con propiedad? ¿Es que Susana Dosamantes (madre de Paulina) no le transmitió algo de la distinción que le surgia hasta por los poros?

Pero, ya fuera del papelón, no pudimos dejar de notar el “hermoso” atuendo que la famosa lucía esa noche. Toda de negro, minifalda en capas, botas de bailarina exótica y llena de blonditas.

Viéndolo desde ese ángulo, tal vez lo único bueno que pudo mostrar fue su calzoncito blanco con rosado. ¡Seguro quizo hacer juego con las rosas que le obsequiaron! Y nosotros de malos hablando pestes de ella…

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