Antes de que la corte ordenara a ParisExposed.com suspender la venta de la vasta cantidad de artículos personales de Paris Hilton, en especial documentos e identificaciones privadas, se logró filtrar la licencia de conducir de la heredera.

Inmediatamente se hizo una exhaustiva comparación con otros documentos de su pertenencia (incluyendo pasaporte) y todo hizo creer que Paris mintió sobre su edad.

Los curiosos notaron que las fechas de nacimiento en ambos documentos simplemente no concordaban, pero los más minuciosos también se percataron que el nombre de la heredera estaba mal escrito en el permiso de conducir e inmediatamente saltaron las investigaciones.

Como ya muchos imaginaban, la licencia era falsa y se supo gracias a una carta (también publicada) que la misma Paris escribió a quien le confeccionara el documento (de seguro en aquellos años en que siendo menor deseaba beber sin restricción por la edad). Sin embargo, aunque sea por un momento, Hilton volvió a generar controversia, ya no por mentir sobre su edad, sino por promover la falsificación de identificaciones.

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