Aquellas épocas pasadas, en que nos dijeron que este “inocente” beso fuera solo una manera de pasar el estandarte del pop, parecen haber terminado.

Y es que luego de que la pública amistad y enseñanza que Madonna diera a Britney con el fin de acercarla más al kabbalah resultara en terreno eriazo, la amistad ha corrido con la misma suerte.

Sobretodo porque resulta que hace tan sólo unos días, la nueva gestante ha anunciado en su página web, que su bebé es su nueva religión, dejando así el kabbalah.

Sin embargo, la locura no sólo radica en estas declaraciones, sino en las fuentes del espectáculo que vocean la indignación que estos comentarios han producido en Madonna, quien afirma haber invertido mucho tiempo y sobretodo dinero en la conversión de Britney a estas modernas creencias.

Llegando el rumor de que la propia Madonna exige a Britney la devolución de un libro valiosísimo de kabbalah que le diera como regalo de bodas, con el fin de recuperar algo de los miles gastados en ella; algo casi imposible de creer.

Sólo nos falta oir la respuesta de Britney, quien entre tantos problemas con su marido y la obvia decrepitud a la que tan seguidos embarazos la están llevando, de seguro nos traerá muchas sorpresas.

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