Sabemos que, luego de tan sólo cuatro años de matrimonio, el pasado mes de mayo Paul McCartney (ex Beatle) y Heather Mills, anunciaron su separación y pronto divorcio.

Todos rumoraban que había sido él quien solicitó la disolución del vínculo, a raíz de las interminables discusiones que se suscitaban entre ellos, pero lo que nadie esperaba era que luego de tan corto periodo como esposos, ella fuera a salir con un cuarto de millón de dólares en las manos.

Sin embargo la prensa inglesa hace suponer que el ex Beatle de ya 64 años, cuya fortuna está valorizada en más de 1,400 millones de dólares, prefirió este camino en vez del de constante exposición pública.

Cuentan los medios de por allá que, McCartney ha visitado a un psiquiatra para lidiar con los problemas que la separación de Mills están acarreando. Llegando a tal punto que los preocupados hijos mayores del cantante le ratificaron que ser feliz es más importante que el dinero, en clara alusión al arreglo monetario que Mills exigía.

Se dice entonces que, a la luz pública McCartney entregará a su “ex” alrededor de $20 millones de dólares, pero que a puerta cerrada (entre otros rubros) le otorgará lo siguiente: $6 millones de dólares anuales por haber llegado a un acuerdo, $4 millones para mantener a la hija en común Beatrice y $16 millones para financiar viviendas en Europa y Estados Unidos, sin dejar fuera otro tanto de millones para proveerle un personal y gastos generales, todo por un periodo de 15 años. ¡Wow!

Nuestros respetos a la Sra. Heather, ya que hizo muy buen negocio con tan sólo cuatro años de matrimonio.

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