Pues resulta que el ahora divo, lleva días gritando a los cuatro vientos que sus derechos han sido vulnerados y todo por las benditas imágenes que saldrán en la edición de diciembre de la revista Vanity Fair.

Dice que si bien estas fotos fueron tomadas por Robert Wilson en setiembre del 2005, no tenía idea alguna de que serían para una portada de revista y menos para Vanity Fair.

Manifiesta que acordó el año pasado con Wilson en llevar a cabo un proyecto en video y sólo con ese fin firmó una liberación legal para todas las imágenes tomadas.

Por su parte Vanity Fair asegura que fuera de no infringir derecho alguno, envió a los managers de Brad Pitt una carta en la que se le informaba del número a ser publicado en el mes de diciembre; carta que por supuesto Pitt niega rotundamente haber visto…

Pero el lío ahora radica en que los abogados del actor están amenazando con tomar medidas legales, sin contarnos la historia completa.

Ahí les va, si bien Brad Pitt posó para Robert Wilson y firmó una liberación legal de esas fotos, lo es también que ese acuerdo le permitía a Wilson usar esa o cualquier otra imagen tomada para publicitar su proyecto en video.

A lo que Vanity Fair sostiene que al decidir hacer una historia sobre el trabajo en video de Wilson, está incluía los retratos y por supuesto la obtención de los derechos sobre la colección completa de fotografías de la propuesta, incluyendo obviamente a Pitt.

Así que los berrinches del muchacho, tendrán que acabarse de una vez por todas, sin embargo lo más seguro es que ambas partes lleguen a un acuerdo que evite tiempo perdido en cortes y otros.

A nuestro parecer, demasiado enredo por unas imágenes que en verdad son más de lo que siempre se ha visto del actor. Todavía que le hacen publicidad gratis, este viene y se queja…a lo que hemos llegado.

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