Todo empezó de los mal normal, con una reunión familiar en el Ivy de Santa Mónica. Pese a que Pamela y Tommy llevan años de divorciados, no era la primera vez que se reunían por sus hijos y ésta no sería la excepción.

La pasaban de maravilla, e incluso salieron de lo más divertidos, riendo hasta con los fotógrafos.

Pero, cuando sus dos pequeños bajaron del auto y llegaba el momento de la despedida, sucedió el inminente beso de Pamela Anderson y Tommy Lee.

Ahora todos los medios empiezan a realizar apuestas sobre la reconciliación y próxima boda. Sin embargo, nosotros creemos que si bien en realidad existe un vínculo muy fuerte entre ellos (no en vano se casaron, se divorciaron y luego se volvieron a casar), de allí a que vuelvan a formalizar, está difícil.

Más como dicen, esa es una unión que nunca morirá, habrá que ver que pasa después.

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