El divorcio ya es un hecho, Reese se une a la lista de demandantes ante la corte, reportando como fecha de separación el 30 de octubre y citando la famosa causa de “diferencias irreconciliables”.

La actriz pide al juez la custodia legal compartida de su dos pequeños, pero eso sí la custodia física para ella. Dando una clara muestra de cómo una madre antepone sus conflictos de pareja al bienestar de los hijos.

Sin embargo, Witherspoon se pone ruda al solicitar se bloquee cualquier intento por parte de Phillip, de obtener manutención; mientras pide a la corte le permita el “uso exclusivo de la residencia familiar”.

Todo este lío, evidentemente debido a que la pareja no cuenta con un acuerdo prenupcial, que en otras palabras significa que todas las adquisiciones surgidas durante el matrimonio deberán dividirse mitad y mitad.

De todos modos, parece que esta separación será bastante civilizada y en verdad sería un grato ejemplo para el resto de parejas famosas en pugna.

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