La gran pregunta del día es si Britney Spears lo perderá todo o al menos conservará la custodia compartida de sus hijos. Pues aunque la corte le ha ordenado bajarle al ritmo alocado de vida, además de un control obligatorio (dos veces por semana) para asegurar que se mantenga “limpia”, lo primero que hizo ayer, fue ir de parranda.
¡En verdad que no aprende! No le basta con que se le niegue la entrada al más exclusivo restaurante de famosos, a causa de sus escándalos. Que su propia hermana y madre prefieran pasar el cumpleaños de su hijo Jayden (con fiesta infantil incluida) en la casa de su ex (Kevin Federline).
Además de que el mismo lunes fue abandonada por su mega abogada Laura Wasser, que su guarda espaldas de confianza testificó en su contra (soltando todo sobre consumo de drogas y conducta errática) y que para colmo su nuevo manager (Jeff Kwatinetz) decidiera no continuar a su lado. ¡Para morirse!
Esta famosa necesita un cambio radical y a conciencia, de otro modo perderá lo único que le queda, la custodia de sus hijos. Eso en verdad sería una lástima…
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